domingo, 24 de abril de 2011

Volvemos a encontrarnos con otro acertijo




¿Qué tal la Semana Santa? ¿Habéis descansado?

Os propongo un acertijo a ver si lo adivináis es muy fácil. Recordad: tenéis que explicarlo.


Con el dinero que me han regalado por mi cumpleaños quiero ir al cine a ver una película, pero no quiero ir solo. He pensado invitar a dos amigos. O también invitar a uno dos veces. ¿Qué me sale más barato, invitar a un amigo al cine dos veces o a dos amigos una vez? ¿Es lo mismo? ¿Por qué?








jueves, 14 de abril de 2011

La boda de las hadas


Se ha celebrado una boda por todo lo alto. Han venido al bosque todos los elfos, duendes, hadas, ninfas, gnomos y ondinas de los alrededores. También estaban invitados todos los animales del lugar. Las mariposas han sacado sus vestidos de mil colores, los pajarillos han adornado sus plumas con sus mejores galas. Hasta los escarabajos han cambiado el triste color negro de su vestido, por otro irisado de mil colores. Las luciérnagas han alumbrado a la feliz pareja por todo el camino hasta su nuevo hogar.

La novia, el hada Dulcina, estaba radiante con su larguísimo vestido blanco y su corona de diamantes. El novio, Neruén, rey de los elfos, llevaba sobre sus hombros la capa de gala con el cuello de armiño, y de su cuello colgaba el collar del sol de oro, símbolo de su poder.

Todos estaban contentos hoy en el bosque. Después de la ceremonia habría un gran banquete: miel y leche fresca para todos, abundancia de frutas dulces y néctar de rosas y azahar. La música inundaba el lugar, los duendes tocaban la flauta y el acordeón, las ninfas bailaban moviendo sus etéreos ropajes y sus larguísimos cabellos.

Sólo había alguien que miraba la escena con tristeza en sus ojos y en su corazón. A Aelo, la arpía del bosque, la habían invitado pero ella no quería ir. Prefería quedarse en la rama más alta del árbol más grande, para verlo todo desde allí y que no se le escapara ningún detalle. Decidió mirarlo todo desde fuera con sus grandes ojos negros, tan negros como su propio corazón en el que no albergaba ni una gota de cariño. Quería hacer daño sólo por hacerlo, porque los demás eran felices y ella no, y porque envidiaba la felicidad y la bondad de Dulcina.

Mientras, maquinaba como hacerles daño. Pensó aguarles la fiesta con un aguacero torrencial, pero después decidió que no, que luego saldría el arco iris y todo sería aún más bello. Quiso llamar a los nubarrones con su canto para que los rayos y los truenos destrozaran la celebración. Pero las nubes, entretenidas con la música y los bailes de allá abajo no le echaban cuenta. Por fin dio con la solución: haría un gran incendio y todo quedaría hecho cenizas.

Con el poder de su mirada incendió unas ramas secas que cayeron hacia abajo incendiando todas las ramas que tropezaban a su paso. Pero, sin darse cuenta había prendido fuego a su propio árbol. Aelo cayó al suelo y las ondinas (las hadas de los lagos y los ríos) la rodearon enseguida y con sus brazos mojados apagaron las llamas.

Todos siguieron divirtiéndose, menos Aelo que rondaba por la fiesta sin divertirse y muerta de envidia porque todos eran felices menos ella, por malvada y envidiosa.

Isabel Barcia

miércoles, 13 de abril de 2011

Cuentan que dicen ...


Dicen quienes los han visto, que cuando desaparece el último rayo de sol y aparece el primer lucero de la tarde, comienzan a salir de debajo de las piedras unos seres diminutos con aspecto de duendecillos que saltan sin parar por aquí y por allá.

Son unos personajillos con orejas puntiagudas y narices respingonas que se mueven constantemente saltando y riendo y haciendo sonar los pequeños cascabeles que llevan cosidos en sus gorros y en sus zapatos. Viven en medio del campo, o en los mismos parques entre las casas del pueblo: en el parque de la Cruz Roja, en el Barrancón o en la misma Alameda. Les gusta mucho la naturaleza y están dispuestos a defenderla con uñas y dientes.

Dicen, quienes los han visto, que son simpáticos y traviesos, pero que si se enfadan te pueden gastar una broma pesada. Que son muy observadores y que se fijan en todos los niños y niñas. Si sospechan que alguno no respeta la naturaleza se enfadan bastante; pero, por el contrario, si ven que sois cuidadosos con ella, os premiarán de alguna forma.

No se dejan ver facilmente, pero alguien, alguna vez cuenta que los ha visto. Yo he conocido a alguien que dice que vio a un niño en la alameda gritar de pronto, como si le hubieran pellizcado en las piernas, a otra niña caer sin tropezar con nada como si le hubieran puesto la zancadilla...

Son cosas que pasan, accidentes sin importancia. Pero a veces se pueden meter en tu mochila, en tus bolsillos... y acompañarte hasta tu casa. Pueden estar entre tus juguetes y si se encuentran bien allí, hasta se pueden quedar varios días. Los más traviesos pueden enredar entre tus cosas: extraviarte las fichas, esconderte los lápices, cambiarte de sitio el estuche o romperte una página del libro. Pero también los hay buenos y dispuestos a ayudarte, si tú has respetado antes a su gran amiga la naturaleza. Ésos aprovechan cuando estás dormido para susurrarte al oído lo que has estado estudiando y no acabas de entender. Por eso, cuando despiertas lo ves todo con gran claridad, lo entiendes todo perfectamente y lo recuerdas sin ningún esfuerzo.

Ya lo sabes, si quieres que los duendecillos te ayuden, trata con cariño a los animales y a las plantas. Y si te sucede algún accidente sin importancia... algo no habrás hecho bien, piénsalo y recapacita.

Isabel Barcia

lunes, 11 de abril de 2011

Ángel guardián

No hace mucho tiempo, en un país no muy lejano vivían dos hermanos que se llevaban muy mal. Ángel, que era el mayor, siempre estaba molestando a Rosa que, por ser la más pequeña, era la más mimada por la familia. Bueno, mimada por todos menos por Ángel que aprovechaba la más mínima ocasión para hacerla rabiar: "Que cuando te acuestes vendrán las brujas a cogerte, ... que debajo de tu cama hay un enano que te hará cosquillas en los pies para que no puedas dormir... que eres una niña pequeña y no sabes nada..." Rosa, se asustaba al escucharlo, pero su madre antes de irse a dormir la besaba con mucha ternura y le decía: "Con este besito estás protegida contra enanos y brujas malvadas, porque la fuerza de mi cariño puede contra todos los poderes maléficos". Así Rosa se tranquilizaba y dormía plácidamente durante toda la noche, porque sabía que su mamá la quería de verdad y contra el amor no puede nadie. Los padres recriminaban muy seriamente a Ángel, pero éste les respondía que sólo era una broma, que él no tenía culpa si Rosa se lo creía. Pero lo que a Ángel le pasaba realmente era que tenía un poco de celos de su hermanita pequeña, porque antes de que ésta naciera todos los mimos iban para él. Los besitos de su mamá, las caricias de su papá, los abrazos de la abuela... Que ahora también los recibía, claro, pero él quería recibirlos solo y no compartirlos con nadie. Si al menos Rosa fuera un chico... podría jugar al fútbol, a la guerra..., pero a Rosa sólo le interesaban sus estúpidas muñecas, arreglarlas, peinarlas, hacerles la comida... Hasta que un día... sus padres tuvieron que salir y dejaron a Rosa al cuidado de Ángel, al fin y al cabo ya era un hombrecito, tenía ocho años y podía cuidar de su hermana perfectamente. Y de pronto, sin saber cómo, Rosa resbaló y cayó por las escaleras. Quedó sin sentido y Ángel, al verla, fue corriendo a ayudarla. La niña no se movía y tenía los ojitos cerrados. Su hermano no sabía que hacer y gritaba: "¡No te mueras, por favor, no te mueras!". Fue entonces cuando se dio cuenta de lo que la quería y se acordó de lo que decía su madre: "Con este besito estás protegida contra todo el mal". Ángel le dio un beso poniendo todo su cariño y su amor hacia su hermana. En ese momento Rosa abrió los ojos y le sonrió. Sólo había sido un susto y a Rosa se le formó un gran chichón en la frente, pero Ángel había aprendido a querer a su hermana, a compartir con ella el cariño de sus padres. Desde entonces, Ángel se ha convertido en su ángel guardián, protegiéndola y queriendola en todo momento. Isabel Barcia

Enlaces para el repaso de líneas y ángulos


Aquí tenéis algunos enlaces para que repaséis los ángulos. En este tenéis que medir ángulos con un transportador virtual. Debéis darle a iniciar y luego pinchar en el transportador para ponerlo sobre el ángulo que vayáis a medir. En la barra de abjajo tenéis para mover el transportador hasta que consigáis ponerlo justamente sobre el ángulo.




En este otro enlace podéis distinguir los ángulos que se forman en una fotografía de un deportista.



Este enlace es para que veáis como se traza la mediatriz de un segmento y la bisectriz de un ángulo, hay que darle a reproducir. Es importante que lo veáis, pero también que practiquéis en una hoja de papel.



Y por último os pongo otro enlace para que veáis como se hacen las paralelas y perpendiculares. Si no os aparece debéis darle a técnicas.

viernes, 8 de abril de 2011

Repaso para el examen de Cono del lunes


Os pongo unos enlaces para que pincheis y juguéis un poco. A la vez estáis repasando: Este es para repasar los aparatos que usan los meteorólogos para predecir el tiempo. Una vez que estéis en la página, le dáis a la derecha arriba al mapa de navegación y aparecen otras páginas que os explicarán cada uno de los aparatos. PINCHA AQUÍ



Esta es una actividad de JClic, os servirá para repasar todo el tema y por medio de preguntas, os dirá los aciertos que habéis tenido. Recordad que os lo tenéis que descargar. PINCHA AQUÍ




Y otro enlace más. Este es de las zonas climáticas. PINCHA AQUÍ




Bueno, espero que con esto podáis repasarlo todo de una forma divertida.